¿Qué es el manejo libre de estrés?

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¿QUÉ ES EL MANEJO LIBRE DE ESTRÉS?

Barcelona, febrero 2022| ¿Qué es el manejo libre de estrés?. Artículo Clínico de Ona Cerdan, Auxiliar cínica veterinaria de urgencias del Hospital Veterinaria del Mar

 

INTRODUCCIÓN

Rosana Álvarez Bueno y Germán Quintana Diez (2020) definen en su manual el manejo libre de estrés como el hecho de “proporcionar un entorno donde el animal se sienta cómodo y seguro, a la vez que le comunicamos claramente lo que se espera de él”.

En este sentido, uno de los grandes pilares es la necesidad de aprender a entender lo que nos están comunicando nuestros pacientes.

Asimismo, por nuestra parte, el encontrar las formas efectivas para poder comunicarnos con ellos, con el fin de que entiendan lo que les estamos pidiendo.

La comunicación entre ambas partes, por lo tanto, será la clave que brindará las herramientas necesarias para adaptar los protocolos a cada individuo de manera específica.

 

OBJETIVOS DEL MANEJO DEL ESTRÉS

Los centros veterinarios son uno de los entornos más estresantes y amenazantes para nuestras mascotas, y lo son por diversas causas:

No es su entorno natural; reciben más procedimientos negativos que positivos; los animales no están habituados al lugar ni a los procedimientos; el tiempo necesario para que cada paciente se sienta confortable es diferente; existen estímulos sonoros y olfativos amenazantes….

Cuando hablamos de manejo libre de estrés, lo que tratamos de conseguir es la reducción al máximo posible de estos estímulos.

La prioridad, por lo tanto, es el bienestar animal y que este se lleve un recuerdo positivo de la visita.

Ello no solo nos brindará ventajas frente la conducta del animal (como evitar comportamientos agresivos), sino que también evitaremos alteraciones en parámetros orgánicos (del sistema inmune, sanguíneos, rigidez en la exploración, etc.).

 

BENEFICIOS DEL MANEJO DEL ESTRÉS

El manejo libre de estrés permite fomentar el uso de protocolos y técnicas para que el paciente se sienta mejor en la clínica, aumentando paralelamente así su confianza en nosotros

Asimismo les garantiza mayor seguridad a la vez que permite aumenta la del veterinario y el resto de los empleados, reduciendo el estrés y frustración del personal, y fomentando el trabajo en equipo.

Además proporciona un valor añadido basado en la fidelidad y confianza de los clientes, por la mayor sensación de tranquilidad.

 

ANTES DE LLEGAR A LA CLÍNICA

Es muy importante involucrar a los propietarios en el proceso, ya que un mal manejo previo a la llegada de la clínica puede determinar el estado emocional del animal durante la visita.

Por ello, en la primera visita del animal a nuestro centro, es crucial dar pautas previas a los propietarios para que puedan hacer una buena habituación a distintos elementos.

EL PERRO:

El tipo de manejo con correa, la colocación del bozal o el transporte en coche son factores que influyen en su estado emocional.

De camino a la clínica, la correa debe ser llevada larga, sin tensión y ofreciendo premios.

Es imprescindible no usar métodos de castigo como el collar de ahogo o los tirones constantes. El mejor método de sujeción son los arneses, ya que aparte de ser más seguros, son los que dañan menos físicamente al animal.

En el caso del bozal o el traslado en coche, es fundamental hacer una buena habituación.

Ejemplo de habituación al bozal:

1. Mostrar el bozal al perro (sin ponérselo) y premiarlo.

2. Colocar premios dentro del bozal y que el animal los coja de forma voluntaria.

3.Aguantar durante unos segundos las cintas y seguir premiando.

4. Colocar por completo el bozal y seguir premiando (importante no premiar cuando se lo esté intentando quitar).

 

Una vez trabajados estos aspectos, el siguiente paso es habituar al animal a nuestro centro.

Podemos acordar con los dueños que durante alguno de los paseos con el perro vengan de visita a la clínica (aunque no tengan consulta).

Esto, además de facilitarnos el trabajo en futuras consultas, hará que el propietario sienta que nos preocupamos por la salud mental de su animal.

Para los perros más nerviosos, podemos pedirle al propietario que le haga un paseo largo antes de traerlo a la consulta, para que llegue más cansado, y/o antes de entrar, juegue con él fuera.

EL GATO:

Con los gatos es todavía más fundamental el manejo libre de estrés.

Muy pocos propietarios tienen a su animal habituado al transportín. Además, este normalmente solo aparece cuando toca visita al veterinario.

Idealmente, debería ser el lugar seguro del gato dentro y fuera de casa, por lo que se recomienda que se tenga siempre colocado de forma visible en algún lugar de la casa.

Ejemplo de habituación al transportín:

  1. Dejar el transportín sin puerta en algún punto de la casa donde el animal pase tiempo de manera permanente.
  2. Colocar el plato de comida del gato al lado de la puerta del transportín.
  3. Colocar el plato de comida dentro de este.
  4. Colocar la puerta y mientras el gato esté comiendo dentro, cerrarla durante unos minutos.
  5. Ir aumentando el tiempo con la puerta cerrada.

Si el viaje para traerlo va a ser en coche, hay que habituarlo también al viaje.

Se recomienda que los dueños tapen el transportín con una manta o toalla antes de salir de casa, evitando así estímulos visuales

 

CONCLUSIONES

Aunque podemos ser ciertamente optimistas de cara al futuro, en España todavía queda mucho camino por recorrer.

La escuela veterinaria tradicional aún está muy anclada en centrarse solamente en la parte física de los pacientes, obviando su salud psicológica y emocional.

EL dolor, el estrés crónico o el miedo, son aspectos que deberíamos tener siempre en mente cuando pasamos consulta o tenemos animales ingresados.

Las mascotas, y los animales en general, son nuestros compañeros de viaje y merecen, como nosotros, dignidad, atención y respeto.