LEISHMANIOSIS EN PERRO
Barcelona, noviembre 2019|Leismaniosis en perro. Caso Clínico de Laura Di Filippo, responsable del servicio de medicina interna y neurología del Hospital Veterinari del Mar.
DATOS DEL PACIENTE CON LEISHMANIOSIS Y DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
Gogh, acudió de urgencias al Hospital Veterinari del Mar por un cuadro de apatía, y una grave inflamación en la extremidad anterior derecha. (figura 1)
Su propietaria refería que en los 2 últimos días la inflamación había evolucionado a peor.
EXAMEN FÍSICO Y DIAGNÓSTICO
Durante la exploración física presentaba fiebre de 40º C y una artritis con grave inflamación de la zona alrededor del codo derecho. (figura 2)
Además, se le detectó una uveítis bilateral (inflamación intraocular), común en pacientes con leishmaniosis.(figura 3, 4 y 5)
Ante la sospecha de un cuadro infeccioso, inmunomediado o neoplásico, se propuso un primer abordaje analítico.
Asimismo se plantearon un conjunto de pruebas, para poder diagnosticar el origen de los signos que presentaba.
El hemograma mostró una leve anemia, con moderada leucocitosis y leve trombocitopenia; La bioquímica, presentava un aumento de las proteínas totales y las globulinas.
La citología de la extremidad reveló una importante inflamación asociada a bacterias, confirmada posteriormente por cultivo.
Esta, le producía una infección profunda llamada fascitis necrosante; infección que produce la muerte de las células de la piel y el tejido subcutáneo. (figura 6 y 7)
Frente a este resultado, se le realizaron pruebas específicas de enfermedades vectoriales cuyo resultado fue positivo a Leishmania, con un nivel alto de anticuerpos.
TRATAMIENTO
Causada por el protozoo Leishmania infantum, la leishmaniosis canina es una enfermedad que se transmite por un mosquito llamado flebótomo.
No causa enfermedad en todos los perros, sino que depende de la inmunidad del paciente, y la capacidad de este para luchar contra el parásito.
Puede producir signos de cualquier tipo, siendo los más frecuentes los cutáneos, oculares, alteraciones renales y signos generalizados como fiebre, apatía o aumento del tamaño de ganglios.
Generalmente se diagnóstica mediante una prueba específica en sangre (serología), que ayuda también a cuantificar la gravedad de la enfermedad.
Algunos casos pero, puede ser necesario realizar otras pruebas menos habituales (citología, biopsia, PCR) para poder detectar el parásito en tejidos.
El tratamiento más común se basa en la combinación de dos fármacos: El antimoniato de meglumina, que se inyecta durante un mes de manera continuada; y el alopurinol que se da vía oral un mínimo de 6-12 meses.
EVOLUCIÓN
És una enfermedad crónica y que puede ser grave, pero en muchos casos, el tratamiento aplicado, consigue “adormecer” la Leishmania y curar los signos causados por esta.
El control periódico con el veterinario durante y después del tratamiento, es vital para vigilar posibles recaídas.
Asimismo, la mejor estrategia de prevención de la enfermedad, es evitar el contacto con el mosquito mediante repelentes (collares y pipetas).
También se puede combinar con vacunas y/o medicaciones para aumentar las defensas.
RESOLUCIÓN
En el caso de Gogh, se inició el tratamiento para la leishmaniosis, así como para las complicaciones provocadas por esta (uveítis, artritis y fascitis necrotizante).
La respuesta al tratamiento fue muy satisfactoria, y después de 3 meses de tratamiento los niveles de anticuerpos se redujeron a un positivo bajo, con total desaparición de los signos clínicos. (Figura 8 y 9)
Aún quedan meses de tratamiento, pero viendo su evolución, estamos seguros de que Gogh conseguirá recuperarse completamente.
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Para conocer más casos sobre heridas, en este caso por ulceración, puedes conocer la história de Tolstoi: https://veterinariadelmar.com/heridas-por-ulceracion-cutanea/