Hipotiroidismo con hemiparesia facial

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Hipotiroidismo con hemiparesia facial

Barcelona, Julio 2018| Hipotiroidismo con hemiparesia facial. Caso Clínico de Laura Di Filippo, responsable del servicio de medicina interna del Hospital Veterinari del Mar.

Datos del paciente y descripción del problema

Un perro de raza Golden, hembra no castrada, de 7 años se presentó a nuestro centro debido a una historia de debilidad e intolerancia al ejercicio de más de un año de evolución. Había sido diagnosticada de artrosis en los codos por lo que los propietarios asociaban los signos a sus problemas ortopédicos. Además, describían tendencia a ganar peso sin apetito excesivo y descamación grasa de la piel.

Pruebas realizadas y diagnóstico

A la exploración el paciente presentaba cierto sobrepeso, descamación seborreica generalizada y intolerancia marcada al ejercicio y movimiento. Al realizar un examen neurológico se detectó una hemiparesia facial derecha, es decir la mitad derecha de los músculos de la cara presentaban menos movimiento y tono flácido. Este hallazgo indica una afectación del nervio facial, encargado del movimiento de la cara y labios. Las causas de una parálisis facial pueden ser muy diversas tales como otitis interna, traumatismos, tumores, alteraciones metabólicas (hipotiroidismo), idiopática (Figura 1).

Figura 1. Se puede apreciar leve asimetría facial (a), con caída del labio del lado derecho, indicando afectación de la inervación de ese lado de la cara. Al trazar una línea pasando por el centro de la cara (b), esta asimetría queda más evidente.

 

En este caso, había signos sistémicos que podían indicar un hipotiroidismo por lo que se propuso realizar como primer abordaje analíticas generales (hemograma, bioquímica, urianálisis) y un estudio de niveles de hormonas tiroideas. Las pruebas revelaron una leve anemia no regenerativa, leve aumento de transaminasas hepáticas y moderado aumento del colesterol, todos hallazgos compatibles con un hipotiroidismo. Este se confirmó al recibir los resultados de las hormonas tiroideas, que mostraban niveles bajos de T4 (tiroxina) junto a elevación de la TSH (hormona estimulante del tiroides).
El hipotiroidismo es una enfermedad metabólica común en perros y la forma más frecuente es el primario adquirido, debido a una destrucción autoinmune y atrofia de la glándula tiroidea. Se cree que puede ser hereditario ya que se ha descrito predisposición racial (English Setter, Golden Retriever, Rhodesian Ridgeback, Cocker Spaniel y Boxer entre otras) y formas familiares.

Las hormonas tiroideas estan implicadas en el metabolismo celular y su falta produce principalmente signos metabólicos (letargia, sobrepeso, intolerancia al ejercicio y al frío) y signos dermatológicos (alopecia, mala calidad del pelaje, infecciones de piel y seborrea) Figura 2. Adicionalmente, los perros hipotiroideos pueden presentar alteraciones cardiovasculares, neurológicas, oftalmológicas, digestivas y reproductivas.

Figura 2. Alopecia y seborrea típicas del hipotiroidismo

Tratamiento y evolución

El tratamiento consiste en suplementar al animal con hormonas tiroideas de por vida, mediante tabletas o formulación líquida. El tratamiento apenas presenta efectos adversos, aunque es necesario monitorizar el efecto al primer mes de tratamiento y cada 6 meses para valorar que la dosis sea la correcta. Durante los primeros días de tratamiento ya puede observarse mejoría de los signos metabólicos y los problemas de piel suelen estabilizarse a los 2-3 meses. Los problemas neurológicos pueden tardar hasta 6 meses en resolver. Las alteraciones analíticas también se corrigen a medida que el perro mejora clínicamente. El pronóstico de esta enfermedad, tratada correctamente, es muy bueno.
En el caso de nuestra paciente, al mes de tratamiento los propietarios describían un aumento de la actividad física, mejoría en la actitud y el apetito. Al examen físico presentaba una pérdida de peso de aproximadamente un 4%. La seborrea aún estaba presente igual que la paresia facial, aunque ésta era más sutil que en el primer examen neurológico. Las alteraciones analíticas se habían corregido por completo, y las hormonas tiroideas estaban en los niveles deseados. Se recomendó por lo tanto seguir con la misma dosis pautada de levotiroxina y revisión en 3 meses para valorar la evolución de la piel y el examen neurológico.