MENINGOENCEFALITIS DE ORIGEN DESCONOCIDO

Barcelona, noviembre 2018|Meningoencefalitis de origen desconocido. Caso Clínico de Laura Di Filippo, responsable del servicio de medicina interna y neurología del Hospital Veterinario del Mar

DATOS DEL PACIENTE Y DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

Bufi, una pinscher hembra castrada de 2 años de edad, vino en busca de una segunda opinión, dado que empezó a presentar pérdida de equilibrio, circling (caminar en círculos) y una úlcera corneal aguda en el ojo izquierdo.

Unos días ante, sus propietarios, tras observar que presentaba dificultades para cerrar el ojo izquierdo, la llevaron otro centro veterinario, dónde le diagnosticaron la úlcera y le dieron tratamiento.

No completamente conformes con el diagnóstico, tras observar que Bufi iba perdiendo el apetito en el trascurro de los siguientes días, decidieron traerla al Hospital Veterinari del Mar, para que reevaluáramos el caso.

EXAMÉN FÍSICO Y DIAGNÓSTICO

En la exploración física inicial, Bufi presentaba descoordinación en el movimiento, un ladeo de cabeza hacia la izquierda, y circling.

Asimismo, presentaba la ulcera ya diagnosticada unos días antes, sin embargo, no presentaba respuesta de amenaza, ni tenía reflejo palpebral en este ojo.

Tras realizar una exhaustiva exploración neurológica, por parte del servicio de Neurología del Hospital Veterinario del Mar, se le detectó un síndrome vestibular central izquierdo (afectación de los centros del equilibrio) y una parálisis facial del mismo lado, indicando un problema intracraneal.

Antes esta situación, se realizó un primer abordaje analítico, para descartar posibles alteraciones internas en la paciente, así como la realización de pruebas diagnósticas de imagen que pudiesen detectar causantes de estos síntomas. (Figura 1, 2 y 3)

Figura 1

Figura 2

Figura 3

 

En ninguno de los resultados se obtuvieron anomalías destacables.

Frente a la gravedad del diagnóstico, se indicó la necesidad de realizar una resonancia magnética con urgencia, a la que sus propietarios, preocupados, accedieron rápidamente.

Intentando preservar también, la salud ocular de Bufi, en el transcurso de la tramitación de la solicitud de la resonancia magnética, la especialista en oftalmología le realizó un flap en el ojo afectado.

Esta intervención quirúrgica, consiste en realizar un parche, con la propia conjuntiva, protegiendo así el ojo, y permitiendo la cura de la úlcera.

Gracias a la rapidez y colaboración de, todos los servicios implicados en la gestión y tramitación de pruebas, en menos de 24h, y dada la no evolución del cuadro neurológico que presentaba, conseguimos realizarle la prueba.

Esta, reveló efectivamente una lesión de carácter inflamatorio, a nivel del tronco encefálico izquierdo (Figura 4 y 5).

Figura 4

Figura 5

 

En las secuencias de resonancia en las que se observa la lesión intracraneal (flecha amarilla), el líquido cefalorraquídeo, que rodea el sistema nervioso central, también estaba alterado indicando una inflamación o infección intracraneal. 

El diagnóstico presuntivo que se planteaba era grave, y de difícil resolución.

Sin embargo, el diagnóstico definitivo solo se puede obtener por histopatología, por lo que son los signos clínicos, las pruebas de imagen avanzada y estudio del líquido cefalorraquídeo, los que determinan el diagnóstico final, y las decisiones a tomar.

Se decidió descartar todas las posibilidades de que se tratara de patologías mas frequentes, o menos graves, realizando una serie de prueba de ADN y de enfermedades infecciosas, para descartar la presencia de patógenos externos que pudieran causar dicho cuadro.

Lamentablemente, confirmaron el diagnóstico de una meningoencefalitis de origen desconocido.

TRATAMIENTO

La rápida actuación en estos casos es crucial ya que, de no tratarse, el empeoramiento es rápido y fatal.

Las meningoencefalitis son un grupo de enfermedades, en las que se produce una inflamación del sistema nervioso central (encéfalo, cerebelo o médula espinal), potencialmente fatales para el paciente.

Reciben el nombre de “origen desconocido”, porque no se detecta ningún agente externo como causante del cuadro, por lo que se sospecha que son secundarias a una respuesta autoinmune del animal.

Dados los síntomas clínicos y la evolución de estos, se decidió enfrentar el cuadro de meningoencefalitis de origen desconocido, mediante medicación inmunosupresora.

Este tratamiento elegido, reduce el “ataque” del sistema inmunitario hacia las células del sistema nervioso que, de algún modo, errante, las destruye, detectando un problema en ellas.

Bufi, disponía de un tiempo muy limitado, ya que sus síntomas neurológicos ya estaban muy avanzados, por lo que frente al hecho de que, dicho tratamiento, puede resolver los signos, decidimos luchar para salvarle la vida, bajo constante observación de su respuesta.

A menudo, en pacientes que sufren esta enfermedad, se debe mantener la medicación de por vida, y la respuesta, tanto de la enfermedad como la del tratamiento, depende del tipo de meningoencefalitis, y de la raza del animal.

Por este motivo, desde el inicio de su tratamiento, aún y estar aplicando la mejor medicina en ella, estuvimos en vilo, pendientes de que si algo iba mal, tendríamos pocas opciones, y la necesidad de actuar de manera fugaz.

EVOLUCIÓN

Después de unas horas de tratamiento, Bufi empezó a estar más alerta, mejorando ligeramente la dificultad que presentaba al andar, y disminuyendo paulatinamente el ladeo de la cabeza.

Tras unos días de cuidados intensivos en casa, con la medicación pautada y ajustada en función de sus necesidades, los signos neurológicos desaparecieron rápidamente, respondiendo favorablemente al tratamiento.

Dada su mejoría, y la recuperación del reflejo palpebral, se decidió retirar los puntos del flap, y reevaluar la úlcera, que hasta el momento había estado cubierta.

Figura 6

Los reflejos estaban, todos, plenamente recuperados, y la ulcera había evolucionado favorablemente, siendo ahora más superficial. (Figura 6)

Tras unas semanas de tratamientos oculares, recuperaría, completamente, el ojo, y la visión de este.

RESOLUCIÓN

El rápido diagnóstico del servicio de neurología, así como la esencial actuación del resto de servicios, lograron que Bufí, ha día de hoy, se encuentre estable, y pudiendo disfrutar de su vida, plenamente.

A pesar de que serán imprescindibles las revisiones periódicas de por vida, para vigilar su evolución, y posibles ajustes de la medicación, por el momento, ha conseguido vencer la batalla.

El pronóstico a largo plazo es variable, dependiendo de la respuesta de cada paciente, pueden existir recaídas del cuadro.
Sin embargo, estamos seguros de que, a Bufi, ¡le irá todo bien!